La Dorada

Descripción:
La dorada pertenece al orden de los Perciformes y a la familia de los Sparidae (Espáridos). A esta familia también pertenecen otros peces muy conocidos como son el Sargo, la Mojarra, la Herrera, el Pargo, la Breca y la Salema entre otros. Su nombre científico es Sparus aurata., pero comúnmente se le llama Dorada, Cabezona o Pepona.
Las doradas tienen un cuerpo ovalado muy comprimido y alargado hacia la cola, la cual al ser grande, ancha y potente le permite moverse velozmente alternando, cuando es necesario, potencia y sacudidas muy bruscas.
El cuerpo está recubierto de escamas muy grandes y visibles, mientras que los ojos son pequeños. Presenta una cabeza maciza y la boca, baja, cuenta con labios carnosos y mandíbulas poderosas.
Es de color gris con reflejos plateados y, si el dorso presenta reflejos azul dorado, el vientre tiende a claro. El nombre de dorada le viene de la mancha dorada que en el hocico une los ojos a otra mancha, negra. Y tiene también una mancha roja, cuya intensidad varía de un ejemplar a otro, a la altura del opérculo, cerca de las aletas pectorales.
Las doradas de piscifactorías se diferencian de las salvajes por tener una coloración más apagada, así como las carnes más grasientas, debido a la alimentación a base de piensos y al sedentarismo a las que se hayan sometidas.
La dorada puede alcanzar unos 70 cm de longitud y un peso que en algunos casos puede superar los 8 kg. El peso depende del sexo, ya que la dorada es hermafrodita; es decir, que nace macho para después transformarse en hembra. Normalmente la mutación tiene lugar al alcanzar 500 g de peso, que suponen el umbral más allá del cual el pez pasa a ser de sexo femenino. Esto explica por qué los ejemplares que superan los 40 cm son todos, salvo rarísimas excepciones, hembras.
La dorada es un pez cuya actividad principal es diurna y es más activa con buen tiempo y suele desaparecer cuando se dan bajas presiones, tiempo nublado y fuertes vientos. La dorada suele llevar a cabo su reproducción entre los meses de septiembre hasta mediados de diciembre y provoca que también estén muy activas durante la noche.
En consecuencia la pesca de la dorada se limita a los meses de otoño y suelen emplearse técnicas y aparejos especificos para su captura.
Alimentación de la Dorada:
La dorada posee una dentadura importante, por medio de la cuál llega a alimentarse de almejas, navajas, ostras y mejillones, de los cuales tritura directamente la concha para comerse la carne del interior. Precisamente gracias a su dentadura puede permitirse el lujo de variar continuamente su alimentación, que de todas formas es siempre esencialmente carnívora.
Se alimenta preferentemente de moluscos, como acabamos de decir, así como de peces de pequeño tamaño, tipo sardinas o pulpitos (pulpo almizclado).



Pesca con caña de lanze
Ante todo, tratándose de un tipo de pesca de espera, es conveniente emplear dos cañas.
Lo normal para la pesca de la dorada es usar cañas para surfcasting de entre 4 y 4,5 metros normalmente de tres tramos y bastante consistentes, con una puntera fuerte, pues deberá aguantar plomos pesados.
En las cañas se montará un carrete muy robusto que lleve nailon del 0,30. También podemos usar, para conseguir lances más lejanos, nailon del 0,20 o 0,25 que soporte alrededor de los 8 kilos, al que en la parte final insertaremos un puente de línea de 15 metros que vaya del 0,20 al 0,57, lo que nos permitirá realizar un tiro bastante potente sin peligro de romper la línea.
En cuanto al plomo usaremos el peso, según la caña, de entre 100 y 130 g. Tenemos dos opciones, usar la técnica del plomo corrido, más tradicional, que consiste en insertar la línea madre por dentro del plomo y luego mediante un emerillón colocaremos uno o dos anzuelos a unos 50 y 100 cm respectivamente. O podemos usar los bajos de línea que crearemos con anterioridad a la acción de pesca. Consiste básicamente en un trozo de nailon que por un lado engancharemos a la línea madre por medio de emerillones y por el otro tendremos otro emerillón para enganchar el plomo. En la parte del medio hay muchas configuraciones aunque como ejemplo usaremos una pensada para especies desconfiadas como es la dorada:
La dorada, al meterse el cebo en la boca, primero le da vueltas y a continuación lo mastica para después alejarse; así, si nota aunque sea la más leve resistencia, lo deja todo y huye. La acción de pesca de la dorada es sencilla: después de pasar por el anzuelo el cebo escogido, lanzaremos mar adentro y, luego, dejaremos la caña apoyada en el terraplén, una roca o en las picas de playa. Una cosa muy importante es acordarse de aflojar el freno ya que la fuerza de embestida de la dorada puede partir la línea.
Apenas oigamos zumbar el freno, agarraremos la caña con una mano, estrecharemos a la caña el hilo con la otra y clavaremos con decisión, tras lo que le dejaremos a la dorada todo el hilo que haga falta para sus envites y carreras con el objetico de hacer que agote sus fuerzas.
Cuando veamos que ya remiten los cabezazos, comenzaremos a cerrar poco a poco el freno y a recuperar el pez hasta llevarlo a la boca de la sacadera. Si nos encontramos en la playa habrá que tener especial cuidado en los últimos metros, donde rompe la ola, ya que un mal movimiento o un tirón demasiado fuerte puede hacer que el pez con los mismos dientes rompa la línea.