By Pikele

EL Dentón



Dentón patrullando por acantilado, no dudan en salir a media agua, sí se les presenta correctamente un señuelo.

De la familia de los espáridos, El Dentón Dentex dentex está provisto de unas poderosas mandíbulas y dientes agudos, de entre los que destacan por su tamaño los dos o tres pares centrales. Tal característica unida a su tamaño y constitución, su fuerza, su voracidad y su insaciable apetito lo convierten en un auténtico depredador de dieta generalista, copando los puestos más altos de la cadena alimenticia, esparido hábil y astuto, muy codiciado por todos los pescadores por su sabiduría y duro combate.
 
Su infrecuente pero impresionante picada y su derroche de fuerza, hacen de la pesca del dentón, a mi parecer, una de las más apasionantes y atractivas de entre todas aquellas que los pescadores de tierra podemos practicar.
Principalmente se alimentan de pequeños cefalópodos, así como de pequeños peces y crustáceos de cascara blanda.
Con semejante dieta, la importancia gastronómica es alta. Las carnes de este animal son compactas y sabrosas, con un característico sabor a mar.

Dentones abriendose paso entre un banco de castañuelas.

 
ELECCIÓN DEL LUGAR DE PESCA
Es un pez que desarrolla su actividad normalmente por debajo de los 15 metros de profundidad. Por tanto, deberemos elegir zonas desde las que a “tiro de caña” alcancemos tales profundidades, como pueden ser espigones, cabos o cualquier otro elemento artificial o natural que se adentre en el mar.
 
Otro aspecto importante es el tipo fondo. Éste deberá ser mixto, compuesto de arena, algas y abundantes rocas. La captura a fondo de doncellas, raspallones, tordos, grisas, sargos, serranos, vacas o castañuelas será indicativo de que estamos, a priori, en el lugar correcto.
 
• LANZADO DIRECTO: Consiste en lanzar directamente nuestro cebo junto con el plomo. Son muchos los aparejos distintos que podemos emplear, lo que sí es conveniente es situar el anzuelo por encima del plomo, a un metro o metro y medio, para facilitar la visión del cebo por el dentón. Para cerciorarnos de que el tramo de línea final y el cebo no queden acostados sobre el fondo podemos colocar un corcho al cebo. De esta manera, todo el aparejo quedará levantado, es decir, vertical al fondo, con lo que tendremos mayores posibilidades de captura. Al pescar sobre fondos rocosos los enganches del plomo se hacen muy frecuentes.
 
• LANCE CON ASCENSOR: A diferencia del lance directo, en esta técnica primero se lanza el plomo y se tensa la línea, y después se cuelga el cebo, que irá deslizándose lentamente. Para dejar la línea debidamente tensada utilizaremos un “plomo ancla”, que está provisto de unos ganchos con los que se sujeta al fondo. Cuando tiramos fuertemente para recoger, los ganchos se desacoplan y el plomo queda libre. Una vez tensa la línea, colgamos el cebo mediante un “clip quitavueltas”. Muchos de los peces que empleamos como carnada, como lisas o bogas, tienden a quedarse en la superficie. Para asegurarnos de que el cebo vaya al fondo colocaremos un pequeño plomo corredizo por encima del anzuelo. Sin embargo, hay especies, como la doblada, que son más activas, se mueven más y tienden ir hacia el fondo sin la ayuda de ningún peso.

INCONVENIENTES DE AMBAS TÉCNICAS
 
Con el empleo del ascensor es muy probable que el cebo, debido a su comportamiento estático, no recorra ni la tercera parte del sedal, allá donde creemos que se mueven los dentones. Aunque esto podemos solucionarlo en gran medida con la ayuda de una pequeña plomada situada en la gameta del anzuelo. La excesiva suavidad de la pendiente del fondo, así como la presencia de obstáculos, pueden ser otros dos factores que impidan que nuestro cebo continúe deslizándose hasta alcanzar la profundidad deseada.
Los inconvenientes al utilizar el lanzado directo parecen claros. En aquellos lances de larga distancia es muy probable que nuestro cebo vivo se desgarre y se pierda. O bien que muera o quede atontado tras el impacto con la superficie del agua o tras el súbito descenso hacia el fondo al que se ve sometido.
 
EL ANZUELO Y SU CEBADO
 
El anzuelo debe tener un tamaño considerable, desde un 2/0 a un 5/0, y pueden ser rectos, curvos o de pico de loro, dependiendo de la forma y tamaño de la especie que utilicemos como cebo.
Aparte de los anzuelos simples, sobre todo en la pesca con ascensor, podemos utilizar las poteras o anzuelos dobles o triples. El problema que plantean estos últimos es que restan movilidad al cebo y producen más enredos en la línea. Lo que sí es cierto es que aumentaremos las posibilidades de que el dentón se clave cuando muerda.
El cebado del anzuelo, es mediante peces vivos pequeños o “morralla”.
Sea cual sea la forma de la que se valen los dentones para cazar: Visión, Detección de vibraciones u Hormonas, podemos utilizar todo tipo de peces, desde aquellos que se mueven en profundidad, como: doncellas, vidrias, sargos o raspallones, hasta aquellos que pueden comer en superficie, como: zarpas, mújoles, castañuelas o bogas, entre otros.

A la hora de ensartar el pez en el anzuelo deberemos tener sumo cuidado para provocar el menor daño y conseguir que el pez permanezca vivo el mayor tiempo posible. Son varios los sitios habituales por donde podemos colocar el anzuelo:
1. por la boca, tanto por el labio inferior como por el superior.
2. por encima de la espina dorsal, detrás de la cabeza.
3. por el vientre (por el ano).
4. por la cola.
 
El elegir un sitio u otro dependerá de: El tamaño, Resistencia del pez y de su carne, y del número de anzuelos.
Por ejemplo:
- para peces pequeños de menos de 10 cms y de carne blanda, introduciremos un único anzuelo por encima de la espina dorsal, justo detrás de la cabeza, que es donde más grosor presenta el pez.
- si queremos que el cebo tenga gran movilidad y permanezca más tiempo vivo, colocaremos el anzuelo por la cola.
- si utilizamos especies que tienden a esconderse entre las rocas y las algas, como vacas y serranos, sería conveniente, aunque parezca un poco cruel, que los ensartemos por los ojos (aunque la movilidad del pez quedará más que mermada y permanecerá vivo poco tiempo).
- cuando el vivo tiene un tamaño considerable, por encima de los 12 cms, utilizaremos 2 anzuelos simples, o bien poteras. El sistema es el siguiente:
- Empatillamos un anzuelo con unos 50 cms de línea y lo atamos a un ferrete o Empatamos ahora un segundo anzuelo, y le dejamos unos 10-12 cms de línea.
- Con la línea del segundo anzuelo hacemos un nudo deslizante sobre la línea del primero, de manera que el primer anzuelo (el fijo) lo colocamos cerca de la cabeza o en el morro, y el segundo (el deslizante) lo llevamos al ano o al final de la cola.
 
Con el empleo de dos anzuelos, colocados uno a cada extremo del cebo, conseguiremos cubrir todas las zonas por donde el dentón puede atacar. Por el contrario, cuando el cebo tiene bastante longitud, si utilizamos un único anzuelo colocado en uno de los extremos (cola o cabeza), nos arriesgamos a que el dentón ataque por el lado opuesto y seccione el cebo sin llegar a clavarse (hemos de tener presente que el dentón no toma su alimento “modo succión”, como lo pueda hacer el mero o la lubina, ambos con boca protráctil, sino que primero ataca “modo tenaza” y luego engulle).
 
CÓMO CONSEGUIR CEBO VIVO
 
Hemos de ponernos manos a la obra y conseguir nuestro propio cebo vivo. Podemos emplear para ello varias modalidades, las cuáles supongo se conocen bien. Por eso y para que el artículo no se haga interminable, me limitaré a resumirlas:
 
• Pesca a fondo con chambel: 2 o 3 anzuelos colocados por encima del plomo y cebados con calamar, sardina, quisquilla, lombriz u otros. Podemos sacar: raspallones, vidrias, sargos, dobladas, serranos, vacas, tordos, grisas, gitanos, doncellas, y un sin fin de especies.
Pesca con boya y poteras: una serie de anzuelos dobles o triples colocados en el interior de una lazada corrediza y que sujetan un trozo de “pan duro”. Podemos obtener sobre todo: zarpas y mújoles (lisas).
 • Pesca con corcho: Un anzuelo en el extremo de la línea y por encima de éste una serie de “plomillos de cierre” y un corcho para detectar la picada. Podemos utilizar masilla, quisquilla, tiras de sardina y demás. Conseguiremos todo tipo de peces, dependiendo de la distancia que dejemos entre el corcho y el anzuelo, y de la profundidad del pesquero.
  
ALGUNOS DATOS DE INTERÉS
• EQUIPO:
 
- Caña: telescópica o de tramos, ha de ser fuerte sin mucha flexibilidad en la puntera.
- Carrete: de tambor fijo o giratorio, ha de tener una buena regulación de la salida del hilo. Hemos de aflojar el freno, y así evitaremos roturas o incluso que nos tire la caña al agua.
- Línea madre: tanto mejor si no forma bucles. Es conveniente que no utilicemos diámetros inferiores al 0,45 – 0,50 mm, pues al encontrarnos en fondos rocosos, es muy probable que la línea roce con las rocas y se parta. Amén de que podemos controlar con más seguridad las embestidas del dentón.
- Empate del anzuelo: con nylon de igual o de mayor diámetro que el de la línea madre.
- Anzuelos: rectos, curvos o de pico de loro. Del 2/0 al 5/0. Es conveniente que la punta esté bien afilada y que dispongan de bastante lengüeta.
- Plomos: de “pera” para “lance directo” y de “ganchos” para “lance con ascensor”.
- Emerillones, quitavueltas, ferretes, plomillos de cierre, perlas perforadas, tubitos de silicona y demás elementos para confeccionar nuestro aparejo: Irán acorde con el diámetro de línea que utilicemos, o a gusto de cada cuál.
- Pincho o portacañas: hecho por el herrero o comprado en la tienda, ha de ser fuerte y ha de sujetar el mango de la caña en toda su longitud.

• MEJOR ÉPOCA: De finales de marzo a principios de junio, y de octubre a diciembre.
• MOMENTO DEL DÍA: Como siempre, el amanecer y el atardecer. Aunque en pesqueros con bastante profundidad es muy bueno el mediodía (de 11:00 a 13:00) y la tarde (de 15:00 a 17:00).
• ESTADO DEL MAR: en orden de preferencia: levante, leveche, poniente y norte. Aguas claras pero algo movidas, y con poco mar de fondo.

CRÍTICA A LA PESCA CON CEBO VIVO
Ciertamente la pesca con cebo vivo está bastante criticada, y con razón, debido a que el animal sufre desde el momento en que lo ensartamos en el anzuelo hasta que muere a consecuencia de ello. Además, en muchas ocasiones, se escogen como cebo individuos que no han alcanzado la talla mínima permitida, por ello procuraremos respetar en la medida de lo posible la legislación vigente sobre el tamaño de las capturas. Mejor aún si cebamos nuestro anzuelo con peces que han alcanzado su máximo crecimiento como: doncellas, bogas o zarpas, que tienen las dimensiones óptimas para la pesca del dentón.
 
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